Cabo San Vicente

Cabo San Vicente, en bonanza. Al fondo la Ponta de Sagres. (Fotografía de autor desconocido, obtenida del archivo del portal de fotografía aérea de Portugal.)

A medida que nos alejábamos de la Ponta de Sagres veíamos las inmensas olas que se encrespaban más allá del Cabo San Vicente. La espuma de las olas que rompían contra la costa occidental del cabo saltaba por encima del mismo. Cuando doblamos São Vicente, dejando atrás su resguardo, sentimos el impacto del temporal con toda su fuerza, brutal, aterradora. El marinero se agazapaba tras la caseta, veía su rostro de perfil y parecía aterrorizado; sus labios se movían pero el vendaval impedía oír nada.

El agente indecente

Cae la noche sobre los muelles de Setúbal

A bordo del Cabo Cee, en Setúbal. Abril del 2012.     Recibimos la orden de levar anclas y procedimos a puerto, atracando en el muelle de Setúbal a media tarde. A eso de las ocho y pico, recién acabados los trámites y papeleos de la llegada a puerto, el capitán y el jefe de máquinas me propusieron salir a dar una vuelta con ellos. «A tomar un vino» fue lo que literalmente dijeron. Y remarcaron. Y realmente parecían convencidos de ello.

La cubertada y la Viriato

Cubertada de troncos.

A bordo del Cabo Cee, en la Mar, corriendo la costa lusa a rumbo Sur. Abril del 2012.     Ayer cargamos por segunda vez en este barco una cubertada (1). Una vez estuvieron las bodegas llenas de troncos de eucalipto se procedió a su cierre y los estibadores depositaron sobre sus tapas unos cuantos … Continúa leyendo La cubertada y la Viriato

La carrera al norte

La carrera al norte

A bordo del Cabo Cee, en la Mar, doblado Cabo Carvoeiro. A 13 de marzo del 2012. Martes.     Mal día para hacerse a la Mar, martes y trece. Fue lo primero que pensé cuando de madrugada abrí singladura en el cuaderno de bitácora, atracados aún en el muelle, a la espera de práctico.

Los galenos moros

El minarete de la Mezquita de Hasan II, visto desde el jardín del hospital Moulay Youssef.

A bordo del Cabo Cee, en la Mar, en los 34º 50’N 008º 25’W A 4 de marzo del 2012. Domingo.     Navegamos de nuevo el Océano Atlántico -que sigue tranquilo- a rumbo Norte, cuarta al Noroeste; aún no sabemos si vamos a Burela o de nuevo a Setúbal, la naviera nos confirmará el … Continúa leyendo Los galenos moros

La Medina Antigua

(...)     Tras el trámite de aduanas, ya con el pasaporte en regla, salí a estirar las patas por Casablanca. Nada más salir del recinto portuario me abordó un moro sonriente y locuaz, versión marroquí de un relaciones públicas, que debía estar allí permanentemente apostado al acecho de navegantes; ducho en una decena de idiomas, vendía las bondades del Seamans Club, un «auténtico paraíso para el marino», indicándome su dirección. Pero no le presté atención y, cruzando el Boulevard des Almohades, me adentré en la Medina Antigua.

Las cosas viejas

A bordo del Cabo Cee, en la Mar, en los 35º 40N 007º 52W. A 30 de febrero del 2012. Jueves.    Es una noche obscura, sin luna, y el cielo está absolutamente encapotado. La Mar, fuerte marejada, nos pega justo de través y hace balancear el barco acusadamente.

Meditaciones.

Un marinero pesca desde toldilla al amanecer.

Navegamos frente a las costas lusitanas, ya rebasados los cuarenta y un grados de latitud norte. El tiempo continúa inusual y sospechosamente tranquilo para esta época del año, el Océano Atlántico Norte en invierno suele estar agitado y bravo. Llevamos tiempo navegando en bonanza, desde que embarqué hace más de tres meses; pero tarde o temprano tendremos que volver a vérnoslas con alguna tempestad. Si tras la tempestad siempre viene la calma, es igual de cierto que tras ésta siempre vuelve la tempestad.