Hace unos meses llegó a mi poder una copia de esta vieja carta, que lleva décadas circulando en el ámbito de marinos mercantes. Aunque probablemente sólo capten su intríngulis los marinos, los hechos narrados son descritos en suficiente amplitud, creo, como para que cualquier lector pueda entenderlos. La que a continuación transcribo es una traducción de la original, escrita en inglés; era ésta aún más hilarante, redactada con ese estilo inglés elegante y flemático, tan característico como su fino humor velado.
Carta de un capitán desgraciado
