Acerqué la silla y me senté en ella, observando el paquete misterioso con curiosidad. Y ahí está, ante mí, con su aura de misterio, envuelto en papel de estraza, como antiguamente. Mis señas, escritas a mano con bolígrafo.
El paquete misterioso

Acerqué la silla y me senté en ella, observando el paquete misterioso con curiosidad. Y ahí está, ante mí, con su aura de misterio, envuelto en papel de estraza, como antiguamente. Mis señas, escritas a mano con bolígrafo.
Siendo como soy, amante de los libros y la literatura, entre mis mayores aficiones se encuentra la de visitar librerías de viejo o de lance y librerías anticuarias, donde se amontonan obras antiguas, descatalogadas, casi desaparecidas y a menudo olvidadas.