Recuerdos de Gran Sol

Arrastrero faenando con marejada.

Cuando pasó lo peor del temporal seguimos pescando (...) Con un frío del diablo, mojados, olas barriendo cubierta, golpes, caídas, sueño, cansancio. Fueron un par de semanas más a ese ritmo, un par de semanas en las que estuve permanentemente mojado, aterido de frío y agotado; con la única visión a mi alrededor de olas enormes y grises, y una sensación de lo más irreal de pérdida absoluta de la noción del tiempo y el espacio.

La borrasca

Observé en el radar una mancha amarilla que aparecía por el suroeste, avanzando hacia nosotros y extendiéndose poco a poco por la pantalla, cubriéndola, densa y espesa.

Miré a popa. Se acercaban unos nubarrones negros como el Abismo surcados por infinidad de relámpagos amarillos y violáceos, que descargaban una cantidad anormal de agua.