En Setúbal, abril del 2012. La noche resultó asombrosamente corta. Miro atrás, hago memoria y ciertamente sucedieron unas cuantas cosas; las primeras incluso se antojan irrealmente lejanas en el tiempo a pesar de haber transcurrido sólo horas. Al anochecer ayer salté a tierra con dos compañeros...
Y bailé
