Nací en El Ferrol, en las Rías Altas gallegas, en el ocaso del siglo pasado. Provengo de una familia de tradición marinera y desde siempre supe lo que quería ser. Así como otros niños anhelan ser futbolistas, astronautas o detectives, yo siempre tuve claro que quería ser y sería marino, exceptuando alguna breve etapa en la que fantaseaba con ser reportero -acaso por influencia de las historietas de Tintín-.

     Probablemente el entorno habrá sido determinante en mi vocación marinera. Mi abuelo, mi tío, los cuadros de casa, antiguos catalejos y sables colgados en las paredes, ciertas fotografías de mis ascendientes en sus barcos, viejos libros apilados en el desván, lecturas de infancia; historias de marinos viejos que fascinan a niños soñadores. Yo quise ser como ellos y vivir vidas como las suyas. Y lo hice. Un día lié el petate, enrolé y me fui. 

     Llevo una vida dedicada a la Mar. Comencé a navegar a vela a los ocho años y desde los noventa navego profesionalmente; en cuanto tuve edad de elegir me hice a la Mar con los hombres. Ingresé en el cuerpo de especialistas de la Armada, que resultó ser una excelente e inmejorable escuela en la que desvelé los misterios y entresijos del oficio. Tras un lustro al servicio de la Armada colgué la galleta y me pasé a la marina civil, en la que navegué en casi todo tipo de barcos de las tres marinas durante casi un cuarto de siglo. Firmé mi primer rol como simple marinero de cubierta, fui ascendiendo hasta contramaestre y una década más tarde finalicé mis estudios de náutica y accedí a la cámara de oficiales, antesala antes de llegar, por fin, al mando. 

     Este sitio web surge del entrelazado de mi vida marinera con una de mis pasiones: Los libros y la literatura. Nací y me crié en el seno de una familia lectora, en un hogar con biblioteca (cuya parte que me era favorita estaba en un enorme y maravilloso desván); crecí rodeado de libros, fui descubriendo su importancia y cobrando consciencia de su valor y utilidad. Soy lector voraz desde mi temprana niñez, y en mi hogar hace muchos años que no hay televisión; a cambio tengo mi modesta biblioteca. Como consecuencia natural de todo lector ávido acabé escribiendo y desde unos años mantengo este blog en Internet. En el 2016 acepté la benévola invitación de unirme a Zenda y también publico allí algunos de mis escritos. 

     A lo largo de mi vida los libros han sido para mí compañeros, sosiego, consuelo, guía, consejeros y compañía. Les debo mucho; no sé qué habría sido de mí sin ellos, porque a veces he llevado mal rumbo.


 

8 comentarios en “El patrón

  1. Francamente como marino y lector me he emocionado con el comentario sobre el libro
    Las horas de Mangbetú.Lo leo y releo y así vivo de nuevo lo vivido en mi juventud.
    También fui especialista de la Armada y estoy encantado de haber encontrado esta página.

    Te deseo lo mejor compañero.

    Fernando

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  2. ¿Y cuáles son los libros que te han marcado? ,si pudieras recomendar algunos sería de agradecer , yo no tengo mar alrededor pues soy de Madrid , pero como buen lector viajo con mi imaginación y leídos muchos libros sobre aventuras de mar , piratas , ballenas blancas , travesías por mares infinitos , me preguntaba sobre tus lecturas . Gracias de antemano.

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    1. Buenas tardes, David:

      No recomiendo libros específicos a nadie, a no ser que sea una persona que conozco mucho. Creo que las lecturas son como las amistades o el amor: Algo muy personal, cada uno debe encontrar las suyas.
      Pero sí puedo decirle lecturas que a mí me han marcado. Las primeras, sin duda y sobre todo, la colección completa de historietas de Tintín, en mi infancia (la heredé de mis tíos, una primera Ed. en español que aún conservo y releo). En mi adolescencia, La isla del tesoro y las novelas de aventuras de Emilio Salgari (en mi casa había las de la Ed. Bruguera, cuyas portadas ya estimulaban la imaginación). Y ya de adulto joven, la serie completa del Capitán Aubrey y el Dr. Maturin, de Patrick O’Brian.
      Éstos, por citar libros de índole marítima, y así a bote pronto.
      ¡Un saludo!

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