La Bestia del Este

Muelles nevados al paso de La Bestia del Este

El buque portacontenedores, de más de trescientos metros de eslora, era invisible a los ojos por la inmensa cantidad de nieve que caía aquella noche sobre nosotros y nos envolvía, arrastrada por el vendaval del Norleste. La aproximación se hizo cuidadosamente con ayuda de los radares, todo a nuestro alrededor era una especie de blanco torbellino de nieve, viento y olas; la visibilidad era tan reducida que sólo se comenzó a adivinar la difusa sombra del portacontenedores cuando su mole se cernía sobre nosotros a unos cincuenta metros.

La partida de ajedrez y otras batallas

Afuera seguía lloviendo a mares, retumbaban truenos no muy lejanos y relámpagos violáceos sesgaban la noche más allá de los ventanales. En el interior, la gran chimenea había caldeado la casa agradablemente.

Afuera seguía lloviendo a mares, retumbaban truenos no muy lejanos y relámpagos violáceos sesgaban la noche más allá de los ventanales. En el interior, la gran chimenea había caldeado la casa agradablemente. Sus dos perrazos estaban serenamente tumbados al calor de la lumbre, que chisporroteaba con el crepitar de la leña. Melodías de Bach parecían fluir en la gran estancia, ocasionalmente interrumpidas por el restallido de algún rayo y permanentemente acompañadas del incesante repiqueteo de la torrencial lluvia en los ventanales.

La patria de un nómada

A bordo, en el Estuario del Támesis. Octubre del 2017. - ¡Firme a proa!- la voz rasgada de Tom llegó al puente a través de la radio. - Thank you Mr. Owen- le respondí, antes de retransmitir la novedad a través del aparato de VHF al inmenso buque portacontenedores que estábamos a punto de sacar de puerto: -Firme remolque a popa, práctico-. Las últimas amarras del inmenso buque portacontenedores caían en ese momento a las turbias aguas del Estuario del Támesis antes de ser rápidamente viradas a bordo por los diminutos tripulantes filipinos, y ...

La tormenta de arena

La carretera se perdía en la nube de polvo y arena que el Siroco arrastraba del desierto, y que se volvía más y más espesa a medida que me alejaba de los muelles.

No se veía el cielo y el Sol se adivinaba por su resplandor a través de la arena. Todo a mi alrededor era entre parduzco y rojizo. Fue toda una experiencia caminar por el desierto en plena tormenta de arena. Pero ésa -arena- fue toda la experiencia que tuve, pues no veía nada más allá del asfalto que se extendía ante mí y algunas pequeñas edificaciones bajas, ruinosas y dispersas. Arena y más arena. Me acordé de Haddock y Tintín en El cangrejo de las pinzas de oro, vagando por «el país de la sed». La garganta me abrasaba; ¡lo que habría dado por una jarra de vino rosado fresco a la sombra de un parra, en la orilla opuesta del viejo Mediterráneo!

¿Y después… ?

Jóvenes de la plataforma “¡Indignaos!” manifestándose en Madrid. EFE / MADRID Día 17/05/2011 - 18.08h ABC.es

Playa de Almenara, a 17 de mayo del 2011. Martes. Estar de nuevo en tierra supone muchas diferencias respecto a verme rodeado durante días de océano por todas partes hasta donde la vista alcanza. Entre otras muchas cosas, no todas ellas agradables, me permite mantenerme algo más al día de lo que dicen que pasa en el mundo. Y digo dicen, porque del dicho al hecho hay un largo trecho. No nos cuentan ni la mitad, y ésta frecuentemente nos llega tan manipulada que tiene la credibilidad de un cuento chino.

Vuelta al Reyes V

El capitán fuma en silencio en su cómodo sillón de cuero negro, firmemente anclado a cubierta frente a las pantallas de los radares. Observa el horizonte por encima de las pantallas y a través de una densa nube de humo de tabaco, con rostro cansado. Yo permanezco en pie a estribor, más allá de la mesa de cartas, repasando el Reglamento de Abordajes y con un ojo puesto en el horizonte.

PISA

La Coruña, a 10 de diciembre de 2010. Viernes. Hace tres semanas, en la entrada de Contra viento y marea titulada De libertades, mencionaba en mi disertación el lamentable nivel de la Educación en España, la falta de cultura que aquejamos las nuevas generaciones y la ausencia de capacidad para entender, pensar y razonar por uno mismo. Pues resulta que hace sólo unos días vino a publicarse el llamado Informe PISA, que corrobora y confirma buena parte de mis anteriores afirmaciones en lo referido a nuestro nivel cultural y educativo. A pesar de no descubrirme nada nuevo, el informe me causa tristeza e indignación. Y miedo. El resultado es desolador.

De libertades

La Libertad iluminando al mundo.

Valencia, a 19 de noviembre de 2010. Viernes. Esta semana escribiré sobre las libertades. Hace no mucho tiempo me vi envuelto en un animado debate en Internet, lidiando con progres empedernidos, neoconservadores convencidos y demás gentes de bien: Eso de "la libertad" para todo y todos, y demás demagogia manida y barata, tan en boca de todos en estos tiempos, está muy bien y suena muy bonito. Idílico. Pero si de mí dependiera, yo no le daría la libertad a nadie que no estuviera preparado para recibirla. ¿Acaso le daría cualquier hombre sensato la libertad a un feroz león salvaje en medio del pueblo?